Un motrileño no puede tener pereza
Un
motrileño no puede tener pereza
porque le alumbra con su mirada la Virgen de la Cabeza.
Según
dice la historia, la hoy Virgen de la Cabeza apareció entre redes,
donde era la playa de Levante, después de las Azucenas.
Le
dieron un sobre un sobrenombre de Mariquilla la Andorrera, porque se
escapaba del Cerro caminito de su playa a llorar sus penas, tantas
veces por su barco de portugueses.
Y
de su llanto y sus penas sembró la playa de azucenas.
Yo
mismo en tu ofrenda, llorar con mi grupo fui invitado,
con
mucha alegría quitándome el sombrero te obsequie con un robao
tablonero:
Virgen
de la Cabeza patrona de los motrileños tú que viniste allende los
mares fuiste coronada por Antonio Cañizares
Juan
Pérez
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