Visita al Parque de las Ciencias de Granada por Alumnos de Educación de Adultos de la Provincia de Granada, entre ellos el de Motril Juan Rodríguez Pintor y otros



Me he levantado a las siete de la mañana, hoy a diferencia de otros días pasados, el cielo tiene un color celeste, el viento en calma, mientras desayuno, las perdices cantando en la casa del vecino, el ruido de la nevera ahora que está cargando, son minutos de escuchar mientras me tomo el desayuno, leche con galletas y un jarabe que me ha mandado la doctora, para la garganta, la cual la tengo mal desde el último viaje a Guadix. Averiguar lo que me tengo que llevar, sin dejar nada olvidado, sobre todo lápiz y papel, que es de lo que más pendiente estoy siempre.

He llegado al Parque de la calle ancha, sentado en la marquesina de la parada, aquí mientras Antoñita pasa lista, a los que van llegando poco a poco, que si algunos se han borrado que si otros se han apuntado nuevos, en l alista reciente, en este instante pasa una ambulancia a toda velocidad, con la sirena puesta, son las siete y cuarto, llega el autobús de la Empresa “Romero”, el asiento el cuarenta y cinco, número que tendré todos los recorridos de este día.

Hay que esperar hasta las ocho y media, esto es una novedad, para nuestro amigo que hace su relatillo, mientras los perros corretean por el parque, bebiendo agua de los charcos que hay de un riego reciente.- Bueno esta tarde hay churros, comenta Antoñita, mientras esperamos los últimos minutos, partimos, uno comenta –faltan dos minutos.

Este autobús va a ser el número dos, son y media, salimos con destino al cerro, parada en la perdiz donde suben varias personas, dan los buenos días, según vais entrando, no os cambiéis de asiento, el rey astro se hace notar por los cristales de esta ventana posterior a la de salida de emergencia, por el cielo un prolongado chorro de que se va deshaciendo, cuando el reactor, ya se ha perdido en su ruta. Una brisilla hace que la bandera de las Explanadas se mueva, balanceándose sobre si misma, también las viejas hojas de las palmeras.

Hemos llegado a la parada del cerro, unos bajan, otros suben, cada uno buscando el asiento asignado que le ha tocado en el sorteo. Son las diez en punto, sale el primero, el segundo espera por si viene alguien más, después a los cinco minutos sale el segundo, un picorcillo en la garganta me hace echar mano al bolsillo y sacar un caramelo de miel. En la derecha una cortina de humo, hace que se sostenga en suspenso, haciendo una visibilidad opaca, llena de contaminación, cosa que ocurre a diario.

Sí, si buenos días, voy a intentar de informar a las personas que me lo han pedido, espero que hoy no lleguemos a los treinta grados, es un día en el que lo pasaremos bien, vamos a trabajar, como se desarrollan los que van a participar, son varias personas, de varios Centros de Adultos de Granada y provincia, seguiremos la programación el nombre no lo voy a dar, porque se puede olvidar.

Juan Ramón Jiménez nace en Moguer (Huelva), el 23 de diciembre de 1881, el 29 de Mayo de 1958 muere en San Juan de”PuertoRico” Premio Nóbel de Literatura, el día 25 y el día 28 muere Zenobia su esposa 1937-1958, lo escribió en el exilio americano, totalmente desolado, el va buscando etapas en el extranjero, era modernista, se ocupaba de la poesía pura, ¿Quién no ha leído Platero?, yo quiero acabar con esto, así empieza la jornada, la perfección la pone Dios.
Iremos escuchando donde vamos a comer, por no poder entrar los autobuses y haber varias personas mayores, es Regina la que ha preferido cambiar de lugar, donde pueda llegar el autobús, por eso es de hacerlo en Albolote, ahora os dejan allí yo no soy quien vaya  con vosotros que tengáis un buen día gracias a todos-comenta Antoñita--después de escuchar los nombres de los participantes,-pregunto, a mí no me has nombrado—ella contesta no te preocupes, que esta es mi lista, Regina tiene la otra.

A las diez llegamos al Parque de las Ciencias, Regina se entrevista con algunas personas, nos reúne en la entrada, a y veinte entramos al Auditorio, los asientos estaban asignados a los participantes en las dos primeras filas de cada extremo, a nosotros nos tocó los cuartos, en mi caso leí “Lluvia de Otoño”, la segunda parte empieza a las doce menos diez, después de una pausa de descaso, para ir al servicio o tomarse algo.
José Luís Fernández, es un honor  acoger por segunda vez, da las gracias a la Delegación de Educación, la poesía en el Parque de las Ciencias, estos trabajos son muy importantes, después de dar la bienvenida a los alumnos en este centro hemos encontrado el fomento a la cultura, ya está jubilado y sigue ayudando.

Este año dedicado a Juan Ramón Jiménez, que tiene una poesía, que ha calado al paso destiempo. Cuando nos introducimos en su poesía, es igual al aire que respiramos, estas son tierras ricas en poetas, como decía Federico, que tiene un duende, en Andalucía, donde tuvimos muchos analfabetos, según cuando hice mis primeros pasos allá por los ochenta y tantos más del 15% por ciento eran analfabetos en Granada, hoy gracias a la educación de adultos, algunos adultos tienen algún hijo con estudios, hay que seguir en este sentido.

Los Centros de Adultos han dado una oportunidad en la escuela, un crisol de lenguas que se llevan a cabo en los centros, agradecer al profesorado que ha jugado un papel importante, para el desarrollo de los pueblos y ciudades, se despide deseando un buen verano para todos y haciendo qué después hagamos una nueva entrada el año que viene, recuperar la voz de nuestros poetas, es el caso de su casa que fue allanada y  expoliadas sus obras. Alguien le llamó poeta universal, pintor, primero, escritor después, me gustaría que viramos un reportaje de su vida, en su pueblo, donde empezó sus estudios, el atractivo por la luz y el color, donde se fijó el poeta .”Tengo menos fuerzas que un ruiseñor” Guión de José Luís Fernández Rojas.

Fernando Barros, nos da con su flamenco, unos momentos de emoción con las canciones, “yo no soy yo” soy este”” y yo me iré y los pájaros se quedaran cantando. El auditorio vibraba con su voz, el pone toda su fuerza, para agradar a todo el que le escucha, para mi que ya le he escuchado en sus anteriores actuaciones, me ha sorprendido sentir su expresión en directo todo este espectáculo, es un crisol de culturas.

Hoy han participado en estos encuentros interculturales donde participan voces de varios países, como una pakistaní, una árabe o una china, incluso en dos idiomas por un mismo participante, con esto han sido cuatro horas llenas de un formidable encuentro, en el Parque de las Ciencias de Granada, donde participan las ocho universidades, en materia y proyectos I+D de Andalucía, cada una en los temas diferentes.
A las dos menos cuarto subimos al autobús han sido unos momentos que debo narrar los momentos más amenos donde hemos disfrutado de esta participación y los que han escuchado nuestro poemas leídos de este poeta andaluz, he intentado narrar esto que he visto y oído, parte de lo más esencial—Cometa Antoñita—hay que valorar los trabajos, conocer sus cualidades, el compartir y el revivir, saber crear, la felicitación a los que han participado, el honor de recitar y a los demás participantes, ahora nos haremos la foto del grupo, os pido que tenéis que guardar el turno, que cojais lo que os valláis a comer, no habéis escuchado”y yo me iré”
Eran las dos y veinte, después de andar buscando y pasar dos veces por el mismo sitio, pronto apareció el “Hotel PHILADELFIA” bajamos y se colapsó, como comentó Antoñita, poco antes, bufet libre, he comido arroz con almejas, carne con patatas, gazpacho y postre de flan, vino tinto con casera, esto durante más de hora y media. Ya alas cuatro menos veinte, Regina y Antonia, ajustan las cuentas en la barra del mostrador.

Aquí bajo la sombra espesa de un árbol, con una línea de alta tensión, y al fondo la cara norte de Sierra Nevada, un manto de nieve se extiende, por lo más alto de esta cordillera, unas bajas nubes haciendo borregos del color carmesí, mientras el sol se deja caer con toda su fuerza ¡como huele la hierbabuena!. Ya a las cuatro, subimos al autobús, una flama cae de la fachada de bloques blancos, poco a poco van llegando, antes de reanudar la marcha, Antonia hace el recuento sonriente, como siempre—dice Regina, vamos a visitar la Casa de los tiros, que sigáis disfrutando de este día nos vemos allí:

Son las cuatro y diez, aprovecho en el semáforo, para hacer estos apuntes por la Gran Vía de Granada, divisando las fachadas antiguas, es un honor pasear por esta hermosa calle, en la que llevo tiempo sin ver, bajamos en la Plaza Padre Suárez, posteriormente en tramos en la populosa Casa de los tiros, que fue inaugurada el 1 de noviembre de 1929, este edificio tomará parte de un populoso barrio de larga tradición histórica, el Barrio de los Alfareros, al que asoma su fachada dado a una recoleta plaza, Padre Suárez, donde rinde homenaje al actor del siglo XVIII, Isidro Máiquez.

Una vez dentro disfrutamos de una buena temperatura, en su patio, con diez pilares de mármol, ventanas con rejas forzadas y gruesas maderas, con un piso de finos chinos, haciendo figuras típicas de Granada, tiene dos plantas y el bajo, un patio interior, por donde trepan los cipreses  hasta lo más alto de la fachada y las yedras que se agarran por las paredes, el museo con la biblioteca y el jardín del siglo XIX. Esto es lo que redacté del periódico IDEAL, jueves 28 10 43, que es el mimo día  que  mi madre me trajo a este mundo, siempre supe, el mes y el año, hoy la historia me dice el día de la semana, quiero copiar unos apuntes de este día, que dentro de unos meses serán setenta años atrás.

“El papa Pío XII 2-5 1939—9—10—1958, hablará el domingo por la radio vaticano”
“Se aprueba el reglamento de la unión española de periodismo””El papa alienta y felicita al protocolo de protección de la Mujer” mañana día de los caídos misa en el Sagrado Corazón El acto en el Olimpia. Los embajadores germano británicos, agradecidos al gobierno y autoridades españoles entre el mar de AZOF y el DNIEPER continua a la encarnizada.
después se presenta el director Francisco González, si prestan atención, este edificio tiene más de seiscientos años, en la fachada pone un corazón elemento de grandeza, un torreón, una salida una forma rectangular y otro triangular, el Capitán de mosquetes, era hábil, y se adentró en Roma, nosotros hemos visto el color de esta cultura, un viaje mágico, un hombre que se viste con su espada, esta escalera es del  siglo XIX, el patio central sirve de respiradero, un tenue con su ordenación especial, la mezquita, que está ahí atrás, enlaza y conecta con la gente joven, un momento importante viene en el siglo XVI, en Granada, es centro del sentir de los poetas, piezas o pequeños mobiliarios, esa prohibición de el oasis, que aquí es la luz, el agua y los elementos tradicionales. El periodismo, una lectura con seis periódicos hacen que Mariana Pineda, su libertad, en el mando de la mujer. La sala de fiestas, con textos de la Tarasca, una señora que atraviesa el Mediterráneo, desde los años treinta, la necesidad el valor que tiene dentro diseñado por el gallego Moreu, si no podéis verlo hoy venir otro día, no está tan lejos, esto es un baño de sentimientos, yo me sentiré satisfecho si comprendéis algo de esto.

Es un edificio árabe, esto fue transformado, los árabes hacen la puerta hacia el levante, orientada a la meca, aquí había una cámara oscura, no tenía balcones, el oro simboliza sol, al llegar aquí se ve la plata, que se ha ido perdiendo con el paso del tiempo, ,a diestra y la siniestra siempre la tuve cubierta, el tablero de 1531 la forma, las calles diferentes, en este lado imponen las geometrías, el trajano el pan no considera un pagano que tiene valor, que tiene algo que se transmite las heroínas Santa Lucrecia. El paisaje, siempre en imágenes objetivas a lo largo de la historia de esta ciudad.

La alfombra está adaptada al suelo, hecha en la Zúbia, por personas artesanas, en esta sala hay piezas del siglo XIX, ese plato tiene su historia, es interesante, era para darle de comer aun enfermo, por eso lo gravaban, esto se inaugura en el año 1929, un boceto de Mariana Pineda. Eran las seis en punto, cuando pasamos a visitar el patio, los geranios con las flores rojas, los pájaros y las mariposas, revoloteaban en este vergel, las hojas de salón por donde se cuelan los rayos de sol, como un duende.

Ya son las seis y veinte, después de hacerme con unos folletos informativos, de los que repartí todos menos el que me quedé yo, como recuerdo de esta primera visita, son tesoros que tenemos al alcance de poder ver y que no hemos visto, sin tener una explicación, por eso, ha sido un placer de ver esta tarde de primavera. Salimos sin prisa, pasamos por la célebre calle san Matías, esta calle que tanto refirió mi padre, en mi juventud, pues comentaba tener un familiar, al a que visitaba, cuando hizo la mili durante la guerra del treinta y seis.

Me he tomado un helado de turrón que compré en el Bar Fútbol, mientras un ir y venir de personas de varias culturas, que pasean por esta concurrida plaza, pronto llegan los dos autobuses, con los conductores enfadados por la multa que le habían puesto la policía local. La salida a las siete y cinco, le escriben una poesía para Antoñita, esta da las gracias a todos y todas  —ella contesta emocionada, yo no soy nadie sin vosotras.
--Tu si que te mereces, esta cara tuya, sólo existe la alegría, la simpatía y la humildad, no habría palabras en el diccionario, para escribir tus bondades, nunca contestas de mal humor, por todo esto, sólo hay una que eres tú, siempre aprecié tus cosas hacía los demás, nunca te lo demostré, has nacido para ser lo que eres, educadora de palabras sencillas, orgullo para el que te oye, nunca te encontré enfadada en las dos visitas que hemos hecho este año, en los que he podido expresarme dedicándote estas palabras ha sido para mi un honor de realizar estos encuentros, en los que compartimos entre todos, darte las gracias por tu dedicación hacia nosotros, no creo que nada ni nadie desapruebe tu aptitud.


Ahora al pasar por el pantano de Rules, el sol refleja sus rayos en el agua, mientras allá en frete las sombras se van alargando por las solanas, aquí con las piernas estiradas, donde me encuentro escribiendo la finalización de este relato, voy haciendo tachones con el balanceo del autobús, por lo que salen letras de todas formas, así que no he sentido la hora de viaje, ahora toca sacar conclusiones, a las siete y tres minutos llegamos a la parada del cerro al mismo sitio de la mañana. Han sido aproximadamente diez horas, que hemos compartido entre todos, en este maravilloso día de primavera, agradecer a Regina y Antoñita, que han organizado este encuentro intercultural de las clases de Adultos, si ellas no hubiese sido posible escribir este relato, en el que compartiré con los demás compañeros/as sin más por hoy y deseando seguir mi camino me despido atentamente, un saludo 

Manuel Escañuela Rodríguez en Motril a 11—6-013

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