Obra de Teatro del Grupo de aficionados “El Ingenio”



Título: “Las gafas”


Representación: 15 de junio en el Salón de Actos de la Plaza de La Libertad a las cinco de la tarde.

Duración: media hora

Breve argumento: La obra se desarrolla en una taberna de un pueblo andaluz, en ella la mujer del tabernero necesita unas gafas. Al término de la obra, los espectadores recibirán una gran sorpresa.

Intérpretes


José: Charo Prados García

Rosa: Rosi Rodríguez Lemos

Doctor: María Maldonado Callejón

Serafín: Carmen Prados Fernández

Juan: Maruja Jiménez Galeote

Antonio “el borracho”: Manolo Martín

Parroquiano primero: Carmelina Guillen

Parroquiano segundo: Carmina Trujillo Sánchez

Parroquiano tercero: Tere Pineda Gómez

Parroquiano cuarto: Manolo Lara Duque

La obra:

LAS GAFAS

Esta escena se desarrolla en la vieja Andalucía, se instala una taberna, unas mesas con sus correspondientes vasos y unos clientes que la ocupa. Están los parroquianos jugando y bebiendo cuando aparece un borracho.

-Antonio: Buenos días a los pobres y a los ricos.

-José: ¿Dónde vas alma de cántaro con esa teja que no puedes sostener en esos pies que tienes de alambre?

Antonio: Donde voy a ir, a sentarme con mis amigos, a jugar una partida de cartas

-José: que partida ni que cuacho cuartos, tú te vas a ir por donde has venio y guarda la mona en la taberna que le has dado los cuartos

-Antonio: que no me voy, que yo me siento ¡A que…!

- José: Cómo que tú te sientas aquí…

Lo coge del cuello de la chaqueta y lo saca a la calle

-Manolo: ¡Vaya tajá que traía el gachín!

-Jacinto: Con esa tiene para toda la semana

-Paco: Vaya día que nos iba a dar, sino fuera por el señor José, que pronto lo a despachado.

-Juan: La que lo va a despachar es su mujer cuando lo vea entrar por la puerta.

-Enrique: Yo creo que esa noche va a dormir con la gallinas (todos ríen)

-Paco: Vaya suerte que tiene el gachín, ese no agacha la raspa ni para coger un duro (de nuevo ríen todos)


Comienzan a jugar a las cartas -dos minutos- cuando aparece la mujer con la bandeja porque su marido la llama para servir la mesa y la limpieza de sillas. Cuando entra adentro el matrimonio los parroquianos se van y es el fin de la segunda parte.
 
Rosa sirve las mesas con su marido, ella lleva una bandeja en la mano, tropieza con una silla y se le caen los vasos; su marido muy amable le ayuda a cogerlos.


-José: No te preocupes cariño esto no es nada, ¡Oh! ¿te has hecho daño en la rodilla? Vamos que te voy a curar. (le pide excusas a los parroquianos y se dirigen a la habitación).
 
-José: Otra vez has vuelto a romper los vasos, eres una inútil, no sirves para nada; por tu culpa tendré que comprar más vasos. Toma, toma, toma, todas las bofetadas en la cara,- Imbécil! ¡Tengo una mujer imbécil! - ¿Crees que me sobra el dinero? ...

Autora: Lola Estévez






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