CALLE CATALANES
Barre un torrente la calle
con recuerdos de la infancia,
que pasan bajo el tablón
ausente de la nostalgia.
Cambiaron los adoquines
que tantas veces pisara
y la vieja mercería
no está en el lugar que estaba.
En el bazar ya no venden
los juegos con que jugaba
ni abre la pastelería
en la esquina de la plaza.
Cerró la tienda de bolsos
su olor a pieles curtidas
y echó para siempre el cierre
la vieja cacharrería.
La piqueta ha derribado
paredes y algunas casas,
y un torrente se las lleva
con los recuerdos de infancia.
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