REGALO DE UN ABUELO A SUS NIETOS Y RECUERDOS DE JUVENTUD
REGALO DE UN ABUELO A SUS NIETOS
º Este regalo consiste en una pulsera con
dos estribos,estos son en hípica el sostén de un jinete. El abuelo le dice a
los nietos: Esta pulsera que habéis recibido de tus abuelos, materialmente no
tiene un gran valor , yo tu abuelo lo vi de otra forma. Estos enlaces que
forman unos estribos, tienen un significado. En la hípica los jinetes
deportivos , en saltos o carreras, para el jinete imprescindible, estos le da
fuerza, equilibrio y movilidad.
Espero
que vuestra carrera hasta la meta de vuestro destino para mis dos nietos sea
llegar los primeros con fuerza y tesón todo se alcanza, todo tiene un precio el
“trabajo” constante.
En
la obras hidráulicas hay puentes con
grandes pilares, estos suelen tener estribos donde se apoyan las vigas o
plataforma, su fuerza está en el
equilibrio y cimentación de su base, los dos pilares que formáis con cuatro estribos, os dará una fuerza
enorme para llegar a vuestro destino con mucha alegría para seguir luchando al
empezar una nueva vida. Con cariño de un abuelo.
RECUERDOS DE JUVENTUD
Año
de 1945. Años de la posguerra, años difíciles, de miseria, paro, cerco a España
que se vio privada de alimentos, materia prima para la industria, petróleo, y
sus derivados como la gasolina, ésta una de la más importante, para el
transporte. Se aprovecha todo tipo de chatarra para las reparaciones tanto para
la industria como
la automoción.
En
el taller de Antonio Antúnez, situado en la Plaza de San Sebastian , (hoy se encuentra el edificio
de Gijón e Hijos) se monta el primer gasógeno en un camión Ford de cuatro
cilindros modelo B – 17 HP.
Este
gasógeno (MARCA – IMBERT), se construían en los talleres Taillefert en Málaga.
La caldera consumía solo leña, esta se adquiría en forma de dados, y troceados
entre 15 y 20 cm .,
la caldera tenía una capacidad aproximada 150 kg ., dependiendo del
trabajo y el consumo, se abastecía con el retén que tenía al lado de la
caldera.
Había en el
mercado otros gasógenos que su consumo en vez de leña lo hacían con carbón
vegetal, principalmente los turismos.
Una
vez finalizada la guerra civil en España, el 1 de abril de 1939, comenzó,
comenzó la 2ª guerra mundial, por lo cual se optó por una solución ya
desarrollada anteriormente en Europa, que consistía en montar unos quemadores,
en los que generalmente se utilizaba leña, carbón vegetal, o mineral, cáscaras
de almendras, o cualquier cosa que ardiera, este sistema consistía en
aprovechar los gases de una combustión incompleta, y introducirlo en los
cilindros con un sistema de carburación, acoplado entre el tubo de admisión y
el carburador, con este sistema de carburación, haciendo quemar todo el gas en
los cilindros, este producido en la caldera era un gas pobre comparado con el
combustible líquido (gasolina), durante varios años se montaron varios tipos de
gasógenos.
Los
talleres Taillefer (Málaga), empezó la construcción de gasógenos, estos no
montaban nada más que lo que ellos producían en sus talleres, ya que no he
encontrado ningún anuncio en que se incluyeran como
representantes de ninguna de las marcas existentes en el mercado y dada su
capacidad como
taller industrial.
Esto es como un cuento.
Años
de la posguerra española. El petróleo no era un bien fácil de adquirir
para nuestro país en los años cuarenta y hasta los cincuenta, la gasolina
escaseaba y, claro está, los automóviles, camiones y demás vehículos animados
con motores de combustión interna les hacía falta un combustible. ¿Qué solución
podría ponerse en marcha ante la carestía de combustibles? Los automóviles en
esos años de la posguerra era escasa y la gasolina se daba por cupos y la de
otros combustibles. Parte de la flota estaba aparcada, no había ni neumáticos
para poder poner un vehículo dispuesto para trabajar.
Problemas
Las
cubiertas, tanto de turismos como
de camiones se adjudicaban por cupo. La necesidad agudiza el ingenio, estas se
recomponían con otra viejas, en algunos casos hacían falta hasta tres cubiertas
para arreglar una, se cortaban las bandas laterales y se montaban con la de
rodadura, estas se unían con tornillos, se montaban con una banda más fina en
el interior de la cubierta con la cámara, esta solía tener más parches que
cámara.
Esto que aquí
se refleja son las vivencias de mi juventud.
Francisco
Antúnez Martín
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