Mi infancia llena de ríos...
llena
de ríos.
Me
ataron a sus orillas
con
sus fresnos.
Y
a la sombra
presentida
de
sus truchas.
Al
remolino
de
sus corrientes.
Al
levantar la cabeza
con
un sordo rumor
de
espuma.
Y
sorprenderme
del
cielo azul
y
al verde de las mimbres.
En
estos barrancos
de
espinos y robles.
La
paloma traza en su volar
un
círculo.
Y
en medio queda su nido
Armando Guerreo Cejudo, “RECUERDOS
I”
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