Motril a 23 de Mayo del 2012. Visitamos Alcalá Real



Visitamos Alcalá  la Real,  una visita cultural que realiza el Centro de Educación Permanente de Motril. Organizada por las Profesoras: Mari Se y Carmen Paredes





Vamos emocionados en este vello día, que junto a mi mujer y alunas/os que sacaremos  conclusiones en  estos monumentos históricos al que hoy disfrutaremos, es una única oportunidad de ver desde su mismo escenario donde se encuentran.

La salida a las nueve menos veinte y cinco, desde el Parque de la calle Ancha, en un autobús de la empresa “Romero”, como la mayoría, que hacemos, hoy al contrario que días atrás, según noticias que recopilé en Internet, esto ha cambiado, con una temperatura de 9 a 25 grados, no tiene  que con días pasados. Por lo pronto ha amanecido con el cielo sin nubes, un cielo azul claro, unas neblinas de la quema de ramas de los chirimoyos. Un pequeño pony que cada vez que paso tiene la misma postura, parece que está posando para que le hagan una foto.

El verde de los chirimoyos con los brotes nuevos, otros con las hojas viejas, estos árboles que están alterando con las podas escalonadas, para obtener fruto, casi todo el año. Al pasar por el tajo de loas Vados, los  acantilados, que hace la boca del dragón, como le llamaron los árabes, El Cerro del Caballo, tantas veces comentado por un ausente, pequeñas manchas de nieve, un recuerdo de tantos viajes que nos explican los Maestros/as, retamas y gallotas con la flor amarillas, hacen un colorido especial en estas márgenes que hay por el Valle de Lecrín o Valle de la Alegría.

Los limoneros llenos de fruto, son tonos de colores que identifican este recorrido, mientras suenan las sevillanas, del radio del autobús, el vuelo del vencejo en este paraje de misterios e historias, de un crisol de plantas que se pierden hasta lo infinito, en esta rojiza tierra, la nieve que se refleja brillante, es un espejo que muestra su grandeza, es única, cuando el sol acaba de salir, el poder contemplar desde la ventana del autobús, que se balancea, mientras anoto esta vivencia, que comparto con mi mujer y compañeros /as de clase haciendo tachones en la narración.



A las nueve y media pasamos por el polémico edificio Nevada, hoy se ven los obreros colocando el mármol de la fachada,  la circunvalación, no está muy congestionada de tráfico, al fondo una neblina cosa habitual en las mañanas de calma, en la Ciudad de Granada, las amapolas en los trigales, es un recuerdo que me viene a la mente, en mi juventud, quitando de los sembrados que hacía mi padre en la Sierra de Lujar, aquí quedan atrás las choperas y empiezan los olivos, por donde paralelos vuelan un avión y un pato, mientras el conductor reduce la marcha, es una parada rápida para hacer pis en el Bar de la Gaviota.

Aquí sentado en una silla observo los romeros, los rosales con rosas, hace una temperatura ideal, rodeada de montañas verdes, es un privilegio narrar desde este lugar, en esta tranquilidad, escuchando el gorjeo de los pájaros, el olor a hierba buena, el aroma del café, es un tiempo que aprovecho, para estirar las piernas y destensar los músculos ya quedaba pocos kilómetros.

A  las once llegamos a la Fortaleza de la mota en Alcalá la real, situada a 71 kilómetros de la Capital de  Jaén, y 50 de Granada, tiene una población de 22.783 habitantes, Situada en el cerro con el mismo nombre, es una construcción del siglo XVI que fue declarada monumento nacional en 1913. Durante más de 150 años esta fortaleza defensiva marcó la frontera entre los reinos de Granada y Castilla, para ello contaba con anillos amurallados, haciendo de su perímetro amurallado uno de los más extensos de Andalucía, siete puertas, tres torres (la torre del Homenaje, la Torre de la Campana o de la Vela y la Torre Mocha,)la alcazaba, la Iglesia mayor Albacial, etc.

Así sosegado esperando que venga el guía, hace un leve viento de levante, allí al fondo el pueblo, pasa un mayor con una rama de higuera llena de hogos, por lo que se ve aquí siguen con la práctica de poner cabra higos, el una especie de mosquitos en estos higos locos que se aplican para la polinización de esta especie de fruta, una tradición muy antigua y que perdura en estos pueblos, siguiendo la costumbre del pasado.


Aquí se presento Juan Ramón, el guía un joven alto, comunicativo, amable y escaso del pelo cabelludo, la primera palabra bienvenidos a la Fortaleza de la Mota, comenta que lo normal es entrar por la puerta principal, pero hoy no lo vamos a  hacer en el 713 los musulmanes hicieron su presencia, aquí e Alcalá la Real los árabes eran yemeníes, no como en otras zonas, como en Granada, durante muchos años estuvo ligada al comercio.

La puerta de las lanzas es de época renantecista, la calle entre puertas, la torre del pozo que aún se conserva, la imagen de santa María, que todas las noches estaba iluminada, mientras comentaba caminábamos por el empedrado, el gorjeo de un jilguero. La fuente de la mora. La leyenda que gira a esta plaza de una joven mora que bajaba todos los días a buscar agua para su madre que estaba enferma, un día hizo un capitán que se quitara el velo quedando ambos enamorados, permitiéndole éste que atravesara el cerro, cuando se enteró el padre de la joven, éste le prohibió que fuese al pozo, al no hacer caso el la mato, entonces el capitán desolado dijo:”el amor me trajo, el amor me lleva”.



Esta es la puerta trasera, es la de Alcalá, que significa fortaleza, en cambio esta otra Arrabal, que figura como muralla, cuevas angélicas, la Alzaba se encuentra a 1330 metros de altitud, esta es la última  puerta el Arco del Peso, aquí pesaban la harina, este también es la entrada al pueblo, donde ponían el mercadillo todos los miércoles, también había puestos fijos.

La botica era el local en el que se elaboraban y almacenaban, o vertían los remedios para la curación de enfermedades, alimentos como la cebolla, los ajos, las naranjas, la miel y el vino, sirvieron de componentes para diferentes medicamentos. Dicho mercado en la calle del despeña caballos, aquí se encontraban las casas de los nobles, esto le servia para defender mejor al poblado. La calle en su principio estuvo empedrada con ladrillos macizos, puestos en forma de espiga, después han seguido su estilo, pero con pequeñas piedras. Las casas de los nobles, cada una contaba con escudo particular, era una forma de identificarse según el rango de cada cual. La Alcazaba era zona militar, la entrada siempre da curva, así el que entra no ve lo que hay en su interior, estamos dentro donde vivía el alcalde, este era de una familia yemení Cala Asa mil, esta torre tiene tres salientes , el patio de las armas, donde se encuentra la torre del homenaje, desde aquí observo los maravillosos miradores es un privilegio poder contemplar este panorama, el vuelo sereno de los vencejos, aquí en las piedras enmohecidas apoyado escribiendo este momento, que me siento como un pájaro, viendo este paisaje de olivos, trigos y el verde intenso que se pierde en un horizonte infinito, por donde se divisan los aviones con su huella de humo.

He bajado los veinte y dos peldaños de esta torre, cometa el guía que como nos queda tiempo visitaremos la bodega, estamos en un lagar, todo lo que había alrededor era viña, la plaga de filoxera que acabó con las viñas  hace unos doscientos años. Los reyes Católicos le dieron un privilegio a la venta de vino, para que este se vendiera en granada.

La salida la una menos diez, aquí si calienta el sol, visita a la Abadía del patronato Real MCCCXL_MDCCLI, esta no es la primera Abadía 1517 se tardó 1010 años Martín de Bolívar fue su arquitecto, aunque este no la terminó. La iglesia fue abandonada, una vez que en 1812 que le volaron la techumbre los franceses. Entre olivos y cerezos encavada en lo más alto estamos viendo este video, dando una historia memorizada, en este lugar que nos encontramos con una humedad de este ambiente es peculiar, los experimentados escenarios que salen haciendo un resumen de la historia mas antigua hasta nuestros días.

A la una y veinte, por fin visitamos la moqueta nos explicó que el monumento tenía una comunicación interna, ya era la una y media cuando pasamos por el viejo cementerio, que estuvo funcionando hasta los años cincuenta, vamos a explicar ahí abajo desde esta vista que había antiguamente, desde aquí se ve Sierra Nevada, en frente Moclil el barrio de Bartolomé desapareció las atalayas que hacían de vigilancia, era como el móvil de hoy, ellos lo practicaban con espejos y hogueras.


Una escalera de veinte y dos peldaños para bajar a la cárcel, donde había tren plantas allí los clasificaban desde arriba abajo, según el presos más peligrosos al fondo del todo, salimos a las dos menos diez de nuevo pasamos por el viejo cementero, ahora apretaba el rey astro, pisando el empedrado en cuadros, mirando los cuatro horizontes, charlado y comentando las vasijas que se encontraban en los cuencos, que quien sabe cuanto liquido han albergado en su interior.

La bajada ahora si la hicimos escalonada, personas que con los zapatos no lo llevaban muy bien, después de este relajado descenso llegamos a la explanada donde debíamos subir de nuevo en el autobús, el guía se despidió a la francesa, era hablador y explicó bien, pero ni se presentó, ni se despidió del grupo, supongo que tendría prisa, ya que le esperaban sus dos compañeras.



Ya eran las dos y veinte cuando llegamos al “Restaurante Zacatín” allí nos recibió una muchacha, nos preguntó que si éramos de Motril, comentó que ella tuvo una tía vendiendo iguales en la plaza del pescado, esta típica camarera que a todas le nombra mozuela, aunque lleve su pareja, no se si es que está nerviosa o es su carácter de vocear aceleradamente, no parece que sea con intención, sino agradar a los que participamos en esta comida que compartimos: de entremeses Jamón serrano , cocido y chorizo, pisto con bacalao vino, casera y postre pude, después pasamos a la barra donde tomamos  un descafeinado, que tuvimos que mover con el rabo del tenedor, una anécdota que narro en este relato, ya que es la primera vez que me ocurre esto, a las cuatro y cuarto, ya abandonamos este local, a acto seguido visitar Al Palacio Abacial o abadía fue construido en la segunda mitad del siglo XVII y XVIII por el abad del Río . en la actualidad acoge el Ayuntamiento, la biblioteca, la ciberteca y el archivo municipal historia hace catorce años es un museo físico con objetos de doscientos cuarenta millones de años, cuenta con 38.000 piezas diferentes, unos dientes de tiburón de hace doce millones de años, esta visita donde encontramos tantas piezas en el tiempo, es historia que está representada desde monedas desconocidas hasta piedras preciosas, o vestimentas de guerreros con su utensilios, salimos a las cinco y veinte.

El autobús esperaba con los intermitentes en ambas, a la derecha ,una escultura de Pablo Rojas, en la izquierda el parque, pasamos por la rotonda que han engalanado con árboles secos que han pintado cada uno de diferente colores, es una forma de darle vida a las plantas después de su muerte. Ahora paramos en una almazara, no llegamos a bajar esta no es la  que íbamos a visitar, vemos como las palomas picotean en las cementeras, volvemos por una estrecha carretera donde los olivos y los cerezos se mezclan en ambos lados.


Cuando se paró de nuevo el autobús, esta vez sí, un olor intenso a jamila, bajamos esta es una empresa familiar comenta que su abuelo plantó los olivos, el padre los cultivó y ahora el se dedica a hacer aceite en esta humilde fábrica, en la entrada se encuentra una sopladora y otra máquina elevadora, en la entrada quito el perro atado a una cuerda este Grupo Serrano López, ubicado en un antiguo cuartel de la guardia civil, una vez dentro nos explica Serrano esto que hay aquí es la sala de máquinas, trabaja  con un sistema continuo, esto se instaló en 1982.


Esta es la batidora, la temperatura nos va a  permitir que salga una calidad mejor o peor las máquinas dan 6.500 vueltas por minuto, se coge la prueba representativa, hay tres clases de aceituna en esta zona, se muele por la tarde, después de cada jornada, pues no debe pasar más de veinte y cuatro horas almacenada, desde la recolección, el orujo lo utilizamos de combustible, que a la vez es ecológico, aunque aún se sigue exportando, un kilo de orujo puede costar cuatro céntimos.


La picual es la más estable, sin en cambio la arbequina es más afrutado, pero no es tan estable los malteños llevan arbequina mezclada, las balsas huelen a alpechín. Ahora vamos a la bodega el aceite se filtra de forma natural, durante tres meses se deja que se asiente, después tiene dos salidas una más alta que otra para sacar la impureza, la luz influye en la calidad del aceite. Este aceite se vende desde un litro, una caja, se exporta a Rusia China y otros países a las cinco subimos al autobús algunas personas regresan con las botellas que han comprado.




Ahora llegamos a la empresa “Quesos Artesanos del Fraile, entramos donde echan la leche en una vasija de acero inoxidable, comenta que hay barias clases de cuajo, pero que aquí usan       de cabrito hay que batir, sacarlo y extraerle el agua con una tela y prensarlo, ahora estoy observando como lo prensa y otro lo saca, me recuerda a cuando mi madre hacía en el cortijo, entonces no era con máquinas se hacía prensándolo con una piedra en cima del molde  de pleita, a veces hacía requesón que eso si que me gustaba, volviendo a este día asistimos a una cata de queso de: tierno, semi y curado, hemos comprado según el gusto del consumidor ahora son las siete, la hora prevista de llegada a Motril .Aquí sentado , veo como se adentran dos moscas con el olor del queso en el asiento con el traqueteo del motor viendo regresar a los más rezagados advirtiendo, como sobre vuelan nuestras cabezas las dos  intrusas que deseaban,  el sitio de salida, insistiendo en las escaleras de entrada, ellas hicieron un viaje de polizones de el que no esperaban .  Los cerezos que tanto me encantan, a las siete y media pasamos por Puerto Lope, cuando las sombras se hacen cada vez más largas en las solanas, los pájaros vuelven a su aposentos ahora se divisa otra momento la nieve, ahora con una neblina que se confunde en la cumbre del Mulhacén  es un cuadro de grandeza que se divisa con esa nitidez, donde los poetas escriben versos.


            La llegada a Motril a las nueve, han sido más de once horas, compartiendo este encuentro en un pueblo, lleno de historias que hoy hemos disfrutado viendo cosas que se pueden escribir en un relato como recuerdo y mi agradecimiento a las  personas que han organizado este encuentro, es para mi un orgullo desarrollar este tipo de escritos que comparto con mi mayor sinceridad deseando seguir el camino de esta practica de contar las vivencias que pasan en un determinado momento si más por hoy me despido con un cordial saludo a los que aprecien lo que hacen los  demás

En Motril a 23 de Mayo del 2012  Manuel Escañuela

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