Visitamos el Cortijo Alcántara...


          Es una visita concertada por los profesores/as del Centro de Educación de Adultos, Juan Rodríguez pintor: en esta jornada cultural, donde vamos a realizar un encuentro en plena naturaleza, con moquetas de plantas y animales que viven en esta zona.

          El viaje lo realizamos en dos autobuses de la empresa Alsa. El recorrido lo hacemos por una carretera de curvas cerradas, estrecha y con un desnivel prolongado, con pinos y matorrales en ambos lados. Con unas vistas al mar y al oeste la Ciudad de Motril.

          La llegada en la explanada a las doce menos veinte, allí esperaba Pepe Rubia y Jesús ortega, este último responsable de Medio Ambiente, que se hacía cargo del equipaje, para hacer más llevadero este sendero. Pronto pregunta Pepe por las personas que sean alérgicos, con un bote en mano empezó a fumigar, comenta las vistas que tiene esta zona para ver Motril, Salobreña, Lujar y otros, este cerro le llaman el cerro de las Monjas.


 
          Recuerda Pepe que el monte hay que respetarlo, las plantas no las cortéis que ellas se encuentran bien en su habita natural, por este camino se va a la Garnatilla, pregunta Pepe ¿a que habéis venido al campo? Estas son las encinas que han plantado los alumnos de Educación de Adultos, esto que vemos aquí son matagallos, algunos árboles se reproducen con el viento, en la naturaleza la hembra es la que manda.

          Aquí hay una gran variedad de jaras, por eso tiene su nombre esta sierra, el algarrobo se adapta en determinadas altitudes. La gatuña es un arbusto que alcanza medio metro de altura, en castellano Detienebuey, peine de asno, la bajada, es divertido caminar despacio escuchando los gorjeos de los pájaros, que en esta época se encuentran en la reproducción, en esta bella naturaleza.
 
          Eran las doce y veinte cuando llegamos al Cortijo Alcántara que está enclavado en el camino de la Garnatilla entre Motril y Jolucar, en la sierra del Jaral a los pies de la sierra de Lujar, es un bosque de reforestación en los años sesenta. Son la mayoría pinos carrasco en una altitud de 600 metros sobre el nivel del mar, en el piso vio clima tico del termo Mediterráneo hay orquídeas dispersas que son frecuentes de ver



          Algunos de estos pinos fueron transportados en mulos desde el Cortijo Puertas donde trabajé, fue una experiencia que hoy recuerdo a los cincuenta años, estos pequeños pinos que vi germinar y que hoy tenemos el placer de tomar sombra en ellos.

          Me siento feliz, tranquilo escribiendo y viendo las mujeres recortando las figuras que después formaran en objetos con la aguja y el hilo. Ahora vamos a visitar la mina del agua, hay arquetas por donde pasa una goma negra, Pepe ve una serba de la familia de las Rosáceas de flores bancas pequeñas, el fruto es la serba, es común en los montes de España.
 
          Una pequeña alberca derruida de más de doscientos años de antigüedad. El cortijo tenía dos fuentes, aunque se ve que eran aguas artificiales, la mina se saca el agua por su peso al exterior. En la galería de unos cuatrocientos metros de largo, he visto cuatro murciélagos, aquí dentro se está muy incómodo por la estreches y el agua almacenada en el suelo, no se puede respirar comenta pepe al salir con la cámara de fotos que nos enseñó para que viésemos los animalitos que hay.


 
           Aquí me siento en un tronco seco, viendo las hormigas que se desplazan por las hojas secas de los pinos, después vemos el vivero de amapolas marinas que trajeron desde Cádiz el año pasado, este cortijo se quiso dedicar a las plantas de vivero del Medio Ambiente, hay una nube de mosquitos, aquí donde nos encontramos hay nidos en los extremos, comenta Pepe.
 
          Las mariposas revolotean por la portada de cortijo hace un día primordial que vale la pene disfrutar, el verde se difunde por los márgenes, es una alfombra de colores, de aromas de flores, la ausencia de ruidos, es un lugar único para el descanso.
 
          Después comenzamos con el aperitivo de remojon de bacalao y naranja, para dar paso al arroz que era la comida de este día, hubo personas que iban preparadas para echarse en la hierba a descansar un poco, más tarde algunas mujeres se disfrazaron con ropas árabes, bailaron y comieron las manzanas colgadas, aunque también rodaron por la tierra.

          A continuación la ruta del tesoro, que habían que se lo sabían de memoria, llegando por atajos para llegar las primeras y hacerse con su contenido, el recorrido que empezaba en la puerta del cortijo torcía a la derecha pasaba por la ruta del agua, la era seguía hacia la carretera y regresaba a la alberca.

          El color de las flores, la naturaleza sin ruidos, el aroma de los pinos son momentos que no se olvidan, todo se encuentra como en una nube, respirar estos olores fuera de la urbe, llena de ruidos y humos, es para narrar estos momentos, serán estas horas un presente vivido en este espacio, donde hasta los pájaros se sienten libres.

          A las cuatro y media me avisó Mari Ángeles para regresar por donde comparecimos por la mañana, pero ahora era diferente, la pendiente y el calor se notan, el polvo de la pista, el sol radiante, nos hace sudar, el cambio del autobús, que creíamos sería el segundo, como por la mañana lo hicimos.

          Han sido unas cinco horas que hemos disfrutado de esta naturaleza, sin humos ni ruidos, agradecer a los organizadores/as que han hecho posible que hoy podamos compartir en la mejor armonía, esta jornada que resumo en este breve relato.

          Ahora sentado en el asiento del autobús con el hormigueo de las piernas memorizo este momento de confusión de los que suben y bajan, esperando una solución para todos. Ha sido una experiencia vivida que no pienso olvidar, agradecer a las personas que trabajaron para que todo fuese lo mejor posible sin más me despido atentamente.


 


Manuel Escañuela un saludo
 
En esta dulce primavera

¡Que vida más verdadera!

Es una nueva temporada,

Que se llama primavera.
 

Se ven hermosos colores.

Engalanados están los campos,

Se emocionan vivos corazones,

Se olvidan las penas y llantos.

 
Los árboles luciendo sus flores,

Engalanados envuelven todas.

Con vestidos de mil colores,

Únicas tan bellas y admiradas.

 
Hermoso el olor del campo.

Que impera cualquier olfato

Vuelan aves por lo más alto,

Nos apremian con su canto.

 
Es como una mera sinfonía,

En este hermoso concierto,

Observar cada noche y día,

De estos pájaros inquietos.

 
Las mariposas se presentan

Multiplicaciones de colores,

Cuando su cuerpo agitan,

Paseando, van por las flores.


También el agua que marcha,

En pequeños manantiales,

Suenan con la voz callada,

Como las notas musicales.

 
¡Que hermosas están las flores!

Que huelen por los campos

Son momentos tan especiales,

La primavera con sus encantos…



Manuel Escañuela…

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
¡Enhorabuena Manuel! Lo has explicado tan bien, que parece que yo estaba allí, gracias por compartir las cosas bellas con todos nosotros.
No dejes de escribir ¿ Vale? Un saludo.

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