Visitamos Jete
Centro de Adultos Juan Rodríguez
Pintor, de la Plaza de la Libertad Motril 19-11-2013
Vamos a visitar uno de los
pueblos de nuestro entorno. Organizan Manolo y Antoñita. Son grupos que se van
haciendo, escalonadamente, donde pueden participar todos los que deseen.
Conocer la forma de vida, sus costumbres, en este caso, vamos a visitar las
“Bodegas Calvente”,marchamos ilusionados, a pasar unas horas, en este coqueto
pueblo, por mi parte es la primera vez que tendré la oportunidad de ver.
Este municipio que sufrió las
invasiones, por los romanos, que aún quedan constancia en los restos del puente
romano, este se conserva en la
actualidad. Jete es un municipio en la costa de Granada, a nueve kilómetros de
la provincia de Málaga, su casco urbano, al sur de la sierra de la Almijara, en
los márgenes del Río Verde. Asentamientos humanos desde el Neolítico, con
enterramientos en cuevas y cristas, con industria lítica y cerámica, Jete tuvo
contacto con las primeras civilizaciones, que llegaron por mar a la península
ibérica.
Tras la reconquista a los
moriscos, este pueblo fue repoblado de gente procedente del norte de la
península, como otros tantos partir de 1573. Con una altura de 120 metros y una
superficie de13, 91 metros cuadrados, los chirimoyos son protagonistas, fino de
Jete y campas, esta variedades que han perdurado varios lustros, hay que
mencionar, más los aguacates, nísperos y
mangos, entre otros.
Desde que me levanté esta mañana
temprano, he observado las gaviotas, como se agrupaban por el alto de las
calles de Motril, el cielo un poco encapotado, nada que ver con el día de ayer,
según las noticias de Internet, en este habrá, una mínima de 10º y una máxima
de 18º. La salida está prevista, para las tres y media de la tarde, aquí sentado
en el parque, mirando el cuadernillo, donde pone la ficha de la cata, tipo,
clase de vino, aspecto, color, olor y gusto.
Una brisilla, que mueve las
barbas de las gigantescas palmeras, el perro que muerde una botella de
plástico, las palomas picotean en la sombra de un magnolio, poco a poco van
llegando los compañeros/as—no hace mal tiempo—los chaquetones cuelgan del brazo
de los asistetentes. A las tres y veinte y cinco, Antoñita empieza a repartir
los números de los asientos. Me ha tocado el cuarenta y nueve, son y media.
Subimos al autobús de la “empresa Romero”,
salimos con dirección a las explanadas, por cierto, estaban divididos en dos
grupos, cada uno en distinta parada. Se presenta manolo, repartiendo parte de
los cuadernillos, es la hora de salida, son las cuatro.
Antoñita empieza a pasar lista, con la amabilidad que le caracteriza,
ahora pasamos por el puente del guadal feo, en el surtidor, tendrá que parar el
autobús, para recoger a José Domínguez, “el cardiólogo”, eran las cuatro y
veinte, cuando cogemos la estrecha carretera, por el margen izquierdo del Río
Verde. Vamos a pasar por el puente romano, comenta Manolo, este es un paraje
muy popular, la zona de Peña Escrita, es bonita, esto que no sabemos valorar,
estos parajes verdes, los frutos colgando de los árboles, disfrutar de esta
bella panorámica, el casco urbano, la evolución que ha ido tomando, gracias a
la nueva etapa del siglo xx.
Es amplia y variada, el vino
tiene unas características especiales, como podéis elegir, hay un recurso diverso,
en el diagrama que nos encontramos. Son las cinco menos veinticinco, comentan--
el profesor y la profesora--, hay que dividiese en dos grupos, de veintidós
cada uno, me ha tocado con Manolo, bajamos en las pendientes calles, el
Consultorio médico, calle Albaycin, la Real, esta que está solada de piedras
planas, con un adorno de ladrillos macizos, un verde de los helechos, los
prolongados escalones que se difunden con las hojas de salón, o las uñas de
gato que cuelgan, enredadas en las piedras, un crisol de arbustos, hacen un
colorido especial.
Cetro Cultural, Hogar del
Pensionista, “Jete 12 de Febrero de 1991”, aquí usamos los servicios, hemos
bajado hasta el río y pasado al comienzo de una ruta que no la hicimos, aquí
sentado en un banco de madera, rodeado de chirimoyos, algún que otro aguacate o
níspero, los primeros llenos de fruto que cuelgan de las ramas, otros con la
flor blanca.
Es un entorno que se encuentra
protegido, de los vientos del norte con
la sierra de la Almijara y al este por otra loma puesta de árboles. Desde aquí
el lúcido de las casas, que a estas horas se reflejan
en las fachadas, por los rayos del sol. Los estorninos, revolotean buscando el
cobijo, donde pasar la fría noche, que les espera.
Subimos despacio, esta vez por otra
calle, aunque también empinada, ya el sol se estaba poniendo plomizo, sentado
en una parada de autobuses, una brisa mueve las hojas de los árboles, haciendo
ver el revés de estas,
Suenan campanas, son las cinco y
media, en el reloj del Ayuntamiento, subimos por el Área Recreativa, poco
después llegamos a las “Bodegas Calvente”, el otro grupo, no había salido,
esperamos un poco en la portada curioseando aquel entorno, donde aún quedaban
restos de uva prensada, dentro de un contenedor, mientras nos hicimos la foto
del grupo.
Se presenta Fina ¿estáis todos?—pregunta--,
la uva entra por aquí donde nos encontramos, los terrenos cuentan con un 65% de
pendiente, la uva hay que sacarla con bestias, eso es muy costoso y la mano de
obra de los obreros, estamos en la Herradura, lindando con la provincia de
Málaga.
La vida esta, se hace un poquito
de aguda, la uva moscatel, nos gusta el sabor, el robusto que tiene de todo,
esto empezó con una producción de 750 botellas al principio, una cepa debe tener pocos kilos, la uva no se
estructura se rompe, el alcohol son los grados.
Se analiza tres veces cada día,
está muy controlado, hacemos más vino por centímetro cuadrado, pusimos 5000
plantas “clase castillejos”hacemos de 5000 a 8000 litros, no somos nadie, hemos
querido mantener la calidad, llevamos veinte y un años, tenemos contacto con
Argentina y Barcelona, aquí hay 110mª el laboratorio está arriba, como no
teníamos uva suficiente, habríamos de comprarla, junto con la patente, he ido
comprando terrenos, el vino se mete en las cubas con las madres, después se
separa y se prensa de nuevo.
Esta sala es de vino blanco,
estamos en diez países, aquí se intenta coordinar sin saltarse el protocolo,
guindalera de ocho años, los blancos se oxidan al paso del tiempo, es impersindible
la higiene, al final hay una cuba grande, es un calentador de agua, para lavar
las cubas, a una temperatura de86º.estas barricas las compramos en Francia y
EEUU..El precio oscila entre los 400 y 600 €, según los litros, después a los
cuatro años los vendemos a 100€.
A las seis y media, entramos a
tomar la cata, la juventud, el amarillo pálido, media alta y lánguida tinto,
Luís nos explicó la forma de coger la copa por la base, olerlo y degustarlo
poco apoco, con unos aperitivos variados, terminamos a las siete y cuarto, el
que quiso compró a su gusto, yo por mi parte me conformo, con el que elaboro
cada año. Del regreso, poco se puede contar, han sido unas cuatro horas, que
hemos compartido intensamente, agradecer a Manolo y Antoñita, que trabajaron,
para que hoy podamos disfrutar de esta visita cultural, deseando de hacer estos
encuentros, que compartimos, donde se pasa entretenido, por hoy me despido,
deseando hacer, cuantos más mejor, un saludo, atentamente Manuel Escañuela….
En
una tarde de Otoño
Si
ves gaviotas por Motril
Has
de estar muy alerta
Por
que, el viento puede venir,
Enfurecido
en tu puerta.
Por
estrecha carretera,
Circulaba
un autocar
Con
gente buena, sincera
Que,
a jete iban a visitar.
Por
una calle engalanada,
Un
paseíllo quisimos dar
De
macetas embrujadas
Allí
teníamos que pasar.
Al
llegar al río verde
Cruzando
por fina arena
Horizonte
que se pierde
En
esta tarde serena.
El
sol, refleja las casas
Cuando,
casi está vencido
Reluciendo
sus fachadas,
Cuando,
se va marchando
19—11—2013
Manuel Escañuela
Comentarios