"Un pequeño capítulo de mi vida"
En los años sesenta la vida de una mujer era un calvario, por que estaba mal tratada y subyugada por el macho que era el hombre, la mujer no podía moverse sin su permiso si estaba casada, sin el permiso de su marido; si estaba soltera sin el permiso de su padre y ahora las persona que por tantos daños y muchos motivo queremos tener alguna libertad todavía nos sentimos acosadas por algún problema de aquellos que puedan tener algunos hombres como la prepotencia “o” la impotencia las mujeres nos tenemos que conformar con todo lo que quieran hacer con nosotras hasta ahora.
Pero esto ya se: ¡Acabo! Por que yo como mujer que soy no voy a perdonar todas las humillaciones que me han hecho. Cuando ha sido por su prepotencia y su machismo, nos pegan hasta que quedamos destrozadas en el suelo y calladas para que nuestros hijos no seden cuenta de que nos pegan y nos humillan y sufran por nosotros, y el maltratador sigue abusando de nosotras una y otra vez; nuestros hijos al día siguiente nos preguntan por esos moratones que tenemos en el cuerpo y en la cara, la madre le contesta que se dio un golpe con el armario.
Cuando pasan los año se entera la madre de que sus hijos han oído todo los abusos que a sufrido durante toda una vida, y el terror que sentían cuando esto pasaba, que era un día si y otro también, del miedo no sabían donde esconderse y lo hacían de bajo de la cama. Cuando al cabo de los años te enteras sientes que se te cae el mundo encima y piensas: fui cobarde muy cobarde cuando aguate todas aquellas injurias y atrocidades sobre mi si poder hacer nada.
Cuando es por una impotencia el hombre nunca va a reconocer que las tiene, solo tienen la lengua viperina para decir que la mujer es una puta y esta con todo el mundo liada; pero eso ya no me puede afectar porque esa persona no merece la pena, siempre hay una frase que casi todo el mundo decimos: ”Dios es muy grande y no se queda con nada de nadie,” y es verdad yo lo estoy comprobando pero no por eso me alegro.
Que Dios lo perdone pero yo nunca lo perdonare.
Charo Soría
Comentarios
relato ¡¡Que calvario!! Menos mal que tu puedes con todo. Las que te conocemos ya sabes que estamos contigo.
Espero que en el próximo relato, reflejes toda la alegria que tienes en tu interior.
Un abrazo.