La Fábrica del Pilar de Motril



En la primavera del año sesenta  y uno, del pasado siglo, empecé a trabajar  en la Fábrica del Pilar de Motril. Por este tiempo, había que coger una recomendación para poder trabajar, por lo que en una de las veces que estuvo en la casa de mis padres uno de los jefes mi padre le pidió este favor.
En el cortijo en estos años no se encontraba nada de trabajo, por esto empecé de ayudante en las máquinas del vacío, con  el encargado “El picahigos” que tenía una taberna en la calle de las cañas. Estos ingenios no paraban durante toda la campaña ya que me tocaba trabajar todos los viernes santos, en las máquinas del vacío.
En la puerta de entrada estaba el guarda que registraba la salida de los obreros, después el patio de los naranjos y el depósito del agua que subía el agua de la acequia; enfrente de una puerta alta se entraba para varios departamentos, en la derecha los filtros y los molinos con tres grandes rodillos que extrujaban las cañas. En la parte de la izquierda las turbinas que eran las que se encargaban de sacar el azúcar, la casa del Director y el almacén, donde salían los sacos ya con el azúcar molida.



Más adentro los  hornos de la quema de bagazo y posteriormente el continuo de la calera. En algunas ocasiones trabajábamos en otros departamentos, donde se sacaba otro jornal. Había tres relevos de ocho horas. Era digno de ver las cortezas de azúcar que se le echaban al molino, que incluso estaban calientes; se pesaban y se llenaban en sacos de cincuenta kilos. Su empinada chimenea data del año de 1929. En este ingenio estuve siete campañas, menos el año sesenta y cinco, por estar haciendo el servicio militar. Hoy me queda la nostalgia de esta experiencia vivida en este pasado siglo.

En ella trabajamos familiares y amigos, cada uno en departamentos distintos. Me recuerda las manoplas que se ponía mi padre, cuando estuvo en la plaza echando cañas a la cinta transportadora, donde trabajó unas pocas campañas. Por mi parte estuve mientras pude, después era difícil encontrar trabajo al final de la campaña, por lo que desistí de seguir. Esto ha quedado en los museos, como una historia pasada. Esta fábrica, data de 1881 construida por la Compañía Mercantil, de Burgos, Domínguez y García, para la fabricación de azúcar y alcohol; la primara molienda 1883, en 1984 ya dejó de moler, desde este día la Vega de Motril se quedó sin este preciado fruto, hoy se ve en los museos, en paneles informativos, estos son unos cien años de historia…

Manuel Escañuela Rodríguez

Comentarios

MARI CARMEN VILCHEZ ha dicho que…
felicidades por el trabajo
Felicidades por el trabajo, me trae buenos recuerdos de mi juventud
MANUEL RINCON ha dicho que…
Yo también trabaje en la frabrica durante algún tiempo.
buen trabajo paisano!!

Entradas populares de este blog

"Poemas", treinta y cinco pasos por los senderos del alma

Saludo al Buda que hay en tí

Caligramas y poesía