LA «ESPICHÁ» DE LA PISCINA


           La espichá son boquerones secados al sol, salados y fritos, servidos con un par de huevos también fritos «con ajo» en cuya yema se va mojando el pez a medida que se muerde. El secado de los peces viene de la noche de los tiempos y no consiste más que en salarlos, hacer que pierdan toda el agua y exponerlos unas horas a los rayos de sol convenientemente tapados por un lienzo, garantizando de esa manera pescado para unos meses si se conserva debidamente, como ocurre con el bacalao, por ejemplo.No es necesario nada más, ni siquiera el chipirón fresquísimo en su tinta o los arroces de primera división; si acaso es aconsejable saborear el ron que ellos mismos destilan desde la caña de azúcar y que sirven frappé como si tal cosa. Le agradecí a Damián, el mago del café, el descubrimiento. Ahora entiendo por qué los Herrera tardaron tanto en salir de Motril, siendo cierto que sólo salió uno, mi bisabuelo Antonio, para armarla gorda por ahí fuera. Aunque eso es motivo de otro suelto y algún día habrá que contarlo...

Comentarios

Maruja ha dicho que…
HOLA PROFE, MUY CURIOSO E INTERESANTE LO QUE CUENTAS SOBRE LAS "ESPICHÁ" YO AL NO SER MOTRILEÑA SABÍA POCO SOBRE ELLO. BESOS. "FELIZ AÑO"

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