Viaje a Valderrubio, Fuente Vaqueros y Alfacar.
Viaje a Valderrubio, Fuente Vaqueros y Alfacar.
Viajamos a los pueblos de nuestro
entorno. Organiza el Centro de Adultos de la Plaza de la Libertar Juan
Rodríguez Pintor de Motril, en esta ocasión ha sido programado por Ana,
profesora de Adultos. Empiezo desde esta marquesina, escuchando los trinos de
los pájaros, en este caso los gorriones. Los aviocicos, que no paran de de dar
vueltas, a esta temprana hora, cuando aún no ha salido el sol. Hace una
temperatura estupenda, con la ausencia de nubes y viento, a lo que hay que
agradecer. Los mirlos se posan en las antenas de televisión: mientras van
llegando las personas, que vamos a esta visita en primavera, que siempre gusta,
sobre todo el buen tiempo.
Allá por las alturas vuelan los
aviones, dejando una estela de humo blanco. Es un momento, de ver los primeros
rayos del sol, cuando hace presencia en esta serena mañana. Suenan campanas, en
la iglesia del Cerro, pronto asoma el autobús de la “Empresa Fajardo”, los
números se nos habían dado anteriormente, por lo que cada cual sabía el sitio
donde sentarse. Aquí, desde el treinta y cinco, voy anotando, es un momento
algo confuso, en cada viaje.
En esta ocasión, la profesora
hace el recuento, pasa lista, dando la bienvenida a los asistentes, salimos, Ana da un saludo,
que es la responsable del grupo, a las diez tenemos cita en Vade Rubio, cuándo
lleguemos, si hay tiempo tomaremos el
desayuno, por las rotondas, florecen las rosas rojas, pronto pasamos por el
Monte del castillo o Zorrearas, que se van quedando a la derecha de la nueva
autovía. Los invernaderos, que relucen en estas primeras horas de la mañana,
cuando el rey astro se va alzando, en el horizonte, en el este de Motril.
Es un placer, de escribir, esto
desde este cómodo autobús, que hasta tiene una repisa, de donde escribo estas
palabras, narrando paisajes, que me recuerdan mi juventud, quien hubiese
pensado, cuando yo andaba este lugar cada mañana para ir a las clases de la
escuela. Hoy me trae gratos recuerdos, viendo los picos de Sierra Nevada, el
Muhacen y el Veleta, con la blanca nieve, que reluce con los rayos solares
Por
la izquierda el pueblo de Vélez, vamos por las torcas, donde en una ocasión
hicimos una visita cultural, que tengo escrita, como recuerdos pasados. Cuando
paso por el pantano, me recuerda, que antes había irlas sembradas de maíz, y
que cargué en algunas ocasiones en aquellas tardes noches en un camión, para el
secadero.
Hoy es otra historia, que nadie
puede saber, sino el que lo vivió en sus propias carnes. Las aguas han sepultado
las fértiles tierras. Esto con el tiempo será fuente de nuevos regadíos, cuando
hagan las canalizaciones.
En este día hasta los molinos de
viento están parados, no hace ni pizca de aire, así que están más parados que el caballo de un
fotógrafo. ¿Qué cómodo y amplio es este autobús? Es un encanto de ver los
almendros llenos de fruto, cuerdas que se pierden por el horizonte, alineados
por todos lados.
Bueno entramos en la
cincumbalación, esto implica grandes colas de vehículos es siempre que se pasa
en estas horas. A la izquierda, la
fábrica de Puleva, soltando gran cantidad de humo blanco. Es habitual en cada
viaje de ver una boina de humo oscuro que se extiende por la vega granadina,
esto es contaminación pura y dura.
Antes
de la llegada, se ven campos de amapolas, ajos y espárragos, que hay cuadrillas
recogiendo en los mismos. La llegada a Balde Rubio. Todo se vuelven rosas de
todos los colores un crisol, donde tuve la oportunidad de hacerle una foto voy
a empezar a tomar notas que se encuentran escritas.
“Su SS los reyes
Don Juan Carlos I y Doña Sofía honraron con su visita en esta casa donde vivió
Federico García Lorca enero” 1998.
Entramos
en esta vieja casa, es un honor de
visitar este lugar, se presenta Claudia la guía, va a poner una proyección, que
por cierto estuvo muy bien. Las vivencias de mi padre, mi corazón, descansa
aquí en las choperas. Esta fue la última que compró su `padre. Homenaje de
Granada a, Federico García Lorca, solamente por ti oír la campana de la Vela,
te puse campana de biana, Granada era una lucha ahogada, entre las yedras”
Solamente por oír la campana de la Vela, desgarre mi jardín de Cartagena”
Granada era una corza yosa por las veletas “Solamente por oír, la campana de la
vela, me abrasaba en tu cuerpo sin saber quien era”Federico García Lorca Día de
la Cruz año 70 cerámica árabe.
Visitamos la casa de Bernarda
Alba, exposición, libros, obras de teatro, y carteles. La casa tiene cuatro
espacios si quieren pueden pasar, las habitaciones están vacías. Salimos vamos
hacia el autobús, aquí voy por las sombras, viendo los rosales llenos de rosas,
he fotografiado unas blancas que me han gustado. Los gorriones no paran de piar
revoleteando por los viejos tejados. Es la hora de tomar un poco de alimento,
Ana nos da media hora, me he tomado una cerveza sin, con una tapa caliente,
esto me da un poco de fuerza, para seguir caminando.
Salimos de Valderrubio, el trigo,
que apenas se le ve por los jaramagos, con sus flores amarillas, unos
borreguitos blancos de nubes, mientras bajan y suben, ha sido un tiempo fallido,
no hay servicio de camareros, esta parada no estaba proyectada. Estamos todos
comenta Ana. Canción llena de horas, perdidas entre sombra canción de estrella
viva, sobre un perpento día. Visitamos la casa museo, de Federico García Lorca,
es la casa natal, eran cuatro hermanos, estos muebles son restaurados. La
familia está representada en los cuadros que cuelgan en las paredes. Este fue
un artista completo, este piano, Lorca hace un dibujo que, está bordado por su
prima. Hay que mirar por los muebles, este es el dormitorio de los padres.
La habitación de Federico, una
sala de almacén de cosas del campo. Lorca y la Generación del 27, documentos,
imágenes de caminos de España, la vida es un sueño de Calderón de la Barca,
Lorca en Montevideo, vamos a la sala de exposición. Queridísimo Adolfo, me voy
dos días a granada, para despedirme de mi familia Madrid junio 1936 hemos
salido, el rey astro se hace notar a esta hora, ya comprobé ayer por Internet.
Esto es primavera pura y dura,
sobra la ropa de abrigo, hemos pasado del invierno al verano en pocos días.
El la lejanía asoma el autobús,
¡Ay que fresco al entrar! Como cambia el aire acondicionado vamos por la A92
grandes extensiones de olivos en ambos lados de la autovía, llegamos a Alfacar,
es la hora de la comida en el “Restaurante ruta de Lorca” entremeses queso,
jamón, salchichón y ensalada mixta,
segundo patatas con tomate con carne y postre flan de caramelo Pascual.
Es hora de pasar página, algunos
tomaron café esto individualmente, Salgo por una pronunciada pendiente una
acera con ángulos de hierro, es complicado andar. Esperamos que terminen, no
hay tiendas a estas horas donde poder comprar nada.
Vamos a visitar un parque, es un
paseíllo, donde hay que subir unas escaleras, es un encanto de ver el agua
correr por pequeñas acequias, se detiene con las hojas caducas que hay a su
paso. Una enorme mariposa, revolotea entre los pinos. Es una gozada, de narrar
estos momentos, en plena naturaleza, cuando se ha levantado un leve viento, que
hace mover las ramas de los árboles. Escuchar el gorgoteo de los pájaros, esto
parece un enjambre, en todo su apogeo.
Esta
circunferencia está empedrada con finos chinos de los ríos granadinos. Una
brisa, hace que la temperatura sea agradable. Los mirlos cantan en las copas de
los árboles, esto es un punto de encuentro en plena naturaleza. Visitamos “La
Poza de las Lágrimas”, es para abastecer, al pueblo, desde 1996 del pasado
siglo, pronto subimos de nuevo, Ana comenta, quien no esté que levante la mano.
Llegamos al parque de los recuerdos es un Parque natural de Víznar, lugar de
memoria histórica de Andalucía En estos paisajes dejaron sus vidas miles de
granadinos y granadinas, en defensa de los valores democráticos de la segunda
República Española, obreros, campesinos, intelectuales artistas mujeres y
hombres, que soñaron un mundo nuevo. Se este espacio de recuerdo y homenaje de
lucha de un pueblo.
Las palomas
torcaces, levantan el vuelo, por las copas de los pinos, mariposas que
revolotean, entre las florecitas, es un encanto, encontrarse en esta zona
salvaje, donde viven en plena libertad, el agua la flora y fauna conviven. Es
un crisol de vida que hoy tenemos el honor de disfrutar, con este tiempo que
nos ha acompañado, durante todo el día, huertas, cortijos, fuentes, un variado
de colores amarillos, esto que se divisa en este intenso viaje.
Para mi ha
sido un placer, de escribir y vivirlo en mis propias carnes, el tiempo pasa
volando, yo por mi parte intento hacer esto realidad.
Es un honor de
ver desde esta prolongada pendiente, cuando las sombras, toman su rumbo
rutinario, viendo allí al fondo la ciudad de Granada. En este momento el sol se
ha ocultado, cuando pasamos por el pueblo de Albolote. Han sido unas once horas,
donde me he divertido, escribiendo, por mi parte pongo puntos suspensivos.
Agradecer a Ana la profesora, que se ha encargado de la parte técnica de este
hermoso viaje, por mi parte, lo dejo hasta el próximo atentamente en Motril a
30-4-2019
Manuel Escañuela
Rodríguez…
Comentarios